18 ENCUENTRO DE MUJERES DE IBEROAMÉRICA EN LAS ARTES ESCÉNICAS

Este es un año de cambio para el Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas. Después de 17 años el encuentro, un espacio que ha sido nutricio para tantas y tantas mujeres, cambia de coordinadora.

 

Marga soñó, creó y sostuvo este espacio. Más tarde Diana se sumó a la aventura y luego llegó Dora para custodiar las Actas. Ahora me toca a mí abrazarlo y procurarle nuevos estímulos. No es tarea fácil, pero la asumo con la intensidad que despierta la ilusión.

 

Y también con el desafío que supone tomar una herencia, integrarla y crear algo nuevo con ese material tan sensible.

Pensar acerca de esto me conectó con esas etapas en nuestras vidas en las que debemos dejar ir algo que hasta ahora ha sido preciado para nosotras y permitir que venga lo nuevo. O soltar aquello que ya es demasiado doloroso y no nos aporta vida a la vida.

 

Momentos de crisis que nos dejan  vulnerables por un tiempo y en los que, como las serpientes, necesitamos retirarnos a un sitio protegido del mundo o de nuestro interior hasta sentirnos más fuertes. Demasiadas veces hemos recibido descalificaciones por asumir estos momentos: histérica, sensible, demasiado emocional, frágil, contradictoria, cambiante. Y sin embargo para las serpientes, antiguo símbolo femenino trocado de sentido por el discurso patriarcal, la muda de piel es una señal de vida y de salud. Las serpientes cambian de piel periódicamente a medida que crecen, para ajustar la ropa a su tamaño… pero también para reparar heridas y librarse de parásitos externos.

 

Nosotras, mujeres, conocemos bien esta sensación de ropa estrecha y el temor que produce romper costuras. Nosotras, creadoras, sabemos cuánto debe nuestra poética a estos momentos. Nosotras, serpientes, renovamos nuestro poder con cada cambio de piel.  

 

Quizás las piezas nacidas al calor de este fuego alquímico sean las que recordemos con más cariño. Y las que calen profundo en los corazones de quienes las vean. La propuesta de este año es compartir estos procesos internos y la forma en que se entrelazaron con nuestros procesos creativos. Mostrar la belleza de esta transformación. De este final que se convirtió en principio.

 

Mariana González Roberts

COORDINADORA